18.5.12

Alcornoque

Basta un cambio liviano de enfoque
—o tal vez, Nicanor, un enroque—
desde la alta terraza del bloque
para ver a un letrado in utroque
de la casa de tócame Roque
y a un torero ligero de estoque
en el arte de birlibirloque
con modales de la belle époque
(por favor, que nadie se equivoque)
compartiéndose un albaricoque
a la sombra del viejo alcornoque.