11.9.08

Fosse la gente di Nembròt attenta

Como se acaba ya el tiempo y el ocio y gira la rueda de la administración, pensaba dejar un apunte de broma, «las vacaciones son una treguatrampa», algo así, pero ha sonado el timbre y he cambiado de idea, porque, tras leer en este tiempo de ocio ‘La soledad de las vocales’ y ’Un montón de años tristes’, y en plena lectura de ‘Nembrot’ (voy por el capítulo 45: «A lo más que se puede aspirar es a una forma elemental de decencia», pág 201), debo dejar constancia de que quien llamaba era un mensajero urgente con un ejemplar de ‘Las estaciones de la muerte’, una prueba más de que el azar se cumple en las piedras del río y en las treguas estivales y en la vasta dimensión de lo escondido.